Un Paraíso Escondido: Nuestra Experiencia Inolvidable en Secrets Bahia Mita, Punta Mita

                                     La península de Punta Mita se encuentra a tan solo 30 minutos de Puerto Vallarta, México. Es una zona tranquila, poco poblada, donde el paisaje es tan sereno que parece que el tiempo se detiene. A simple vista, no parece haber mucho a lo largo de su costa, pero en medio de esa calma se esconde un resort que solo los viajeros más curiosos o experimentados conocen. Se trata de Secrets Bahia Mita, acompañado por su resort hermano Dreams Bahia Mita. Ambos están ubicados en una colina suave que desciende hacia el mar, justo frente a un popular punto local para el surf. En marzo de 2025, tuve el gusto de volver a este lugar por segunda vez en dos años.

Secrets es un resort todo incluido solo para adultos, mientras que Dreams está diseñado para familias. Aunque comparten el mismo complejo, cada uno cuenta con sus propias habitaciones, piscinas, restaurantes e instalaciones exclusivas. Como ya habíamos estado antes, mi esposa y yo sabíamos perfectamente cómo movernos dentro del área de Secrets. No nos importaba encontrarnos con niños durante el día, siempre y cuando pudiéramos disfrutar de nuestras áreas reservadas para adultos y descansar tranquilos por las noches.

La mayoría de nuestros días los pasamos en las piscinas. Hay tantas opciones y espacios disponibles que siempre encontramos un lugar ideal para relajarnos. Las vistas eran espectaculares y el servicio impecable. Nuestra favorita estaba en el sexto piso. El agua tenía una temperatura perfecta, y casi todos los días veíamos ballenas saltando en la bahía. Ahí mismo había varias opciones de comida y bebidas, con personal siempre atento. Podías disfrutar de tacos al pastor cortados directamente del trompo, sushi fresco preparado al instante y clásicos de parrilla como camarones empanizados, nachos, hamburguesas y papas. Aun así, como somos bastante exigentes con la comida, preferíamos reservarnos para el desayuno y la cena, que nos encantaron.

Uno pensaría que el desayuno en un resort, sobre todo si es tipo buffet, podría ser una experiencia promedio. Pero en Bahia Mita fue todo lo contrario. El desayuno en el restaurante Olio es de los mejores que hemos probado en cualquier parte: hoteles, cruceros, restaurantes… ninguno se compara. La variedad es impresionante: salmón ahumado, salchichas de distintos países, panes, bagels y pasteles de todo tipo, estación de crepas, estación de omelets y una estación dedicada a la cocina tradicional mexicana. Además, frutas frescas, yogures, avenas, huevos, pancakes y muchas opciones saludables, todo fresco y de excelente calidad cada mañana. Con desayunos así, ni falta nos hacía comer durante el día.

Y cuando llegaba la cena, el espectáculo realmente comenzaba. Hay diez restaurantes diferentes entre Secrets y Dreams, todos disponibles para los adultos hospedados en Secrets. Cada uno ofrece una experiencia culinaria de una parte distinta del mundo. Sin embargo, hubo tres que nos dejaron sin palabras.

El primero fue Teppanyaki, al estilo japonés tipo hibachi. Aunque este tipo de restaurante es común en algunos países, este se destacó en todo. El chef no solo cocinaba, también hacía un verdadero show: lanzaba utensilios al aire, escribía con los ingredientes sobre la parrilla e interactuaba con los comensales. Los cortes de carne y vegetales eran frescos y de primera calidad. Nada de sobras ni productos maltratados. Todo estaba cocido en su punto: carnes jugosas, vegetales sabrosos y arroz perfectamente sazonado. Nunca habíamos tenido una experiencia así en un restaurante de este tipo.

El segundo fue Portofino, un restaurante italiano que no cae en lo típico. Aquí no encontrarás solo pastas comunes, sino platos sofisticados y bien elaborados como tortellini de espinaca y ricotta, pappardelle al ragú y ravioles de camarón. Todo cocinado con precisión, en su punto justo. El pan se acompaña con parmesano cortado en el momento, directo de una rueda auténtica. Y el postre, un tiramisú delicado con el toque justo de café, se presenta de forma elegante y en porción perfecta para terminar sin pesadez.

El tercero fue Bluewater Grill, un restaurante al aire libre con algunas opciones especiales que tienen un costo adicional. El ambiente es encantador: puedes oler la comida mientras se cocina, sin molestias de humo ni insectos. El servicio es excelente, con dos meseros por mesa, lo que garantiza atención constante y sin demoras. En esa ocasión pedí el corte Tomahawk, término medio. Llegó en una presentación espectacular, en rebanadas dispuestas como si aún estuvieran sobre el hueso, sobre una cama de puré de papas al ajo. Lo acompañaba un chimichurri delicioso, espárragos y vegetales a la parrilla. Cada bocado valía la pena. No pude terminarlo, era demasiada comida para una sola persona. Mi esposa, que no come carne roja, pidió risotto con camarones y pulpo a la parrilla. Nunca habíamos probado el pulpo, y nos sorprendió. El sabor era increíble, la textura perfecta, y el plato, hermoso a la vista. Cerramos la noche con una crostada de manzana con helado y caramelo. No fue el mejor postre del viaje, pero cumplió su función perfectamente.

En resumen, Secrets Bahia Mita se ha convertido en un segundo hogar para nosotros. El personal fue amable en todo momento, siempre saludando con una sonrisa, incluso si solo pasaban caminando. Las instalaciones estaban impecables y las piscinas perfectamente cuidadas. El paisaje, los sonidos del mar, la comida, el entretenimiento, el spa y esos atardeceres inolvidables hacen de este lugar un destino obligado. Si alguna vez has soñado con una escapada perfecta, este rincón de Punta Mita debería estar en lo más alto de tu lista.